jueves, 6 de junio de 2013

Fusiones bancarias en San Jerónimo

Antes de la fiebre de las fusiones, que ya empezó antes de la crisis, en el barrio de San Jerónimo, en Sevilla, había una oficina del Monte, otra de Caja San Fernando y otra de La Caixa. Ahora, después de que El Monte y Caja San Fernando se fusionasen en Cajasol y de que Cajasol fuese absorbida por La Caixa, las tres oficinas se han reducido a una. Hicieron obras para montar cuatro cajeros automáticos (que son los mismos que tenían antes las tres oficinas por separado). En el interior, hay dos o tres cajeros "humanos" (según los momentos), que es el número que podían tener cada una de las tres oficinas anteriores. Es decir, hay menos servicio para el mismo número (como mínimo) de clientes.
Mis actividades económicas son modestas y no necesito ir todos los días a la oficina. Afortunadamente, porque siempre que voy hay colas, tanto en los cajeros atendidos por personas como en los cajeros automáticos. El ahorro parece que ha afectado también a la máquina de coger número y volvemos al método tradicional de pedir la vez, lo que no deja de ser una manera de fomentar la convivencia entre los sufridos usuarios. No hay queja del personal que atiende: hacen lo que pueden para agilizar las gestiones, incluso tomándose el trabajo de explicarte todas las funciones posibles de los cajeros automáticos, para que seas autosuficiente en tus gestiones bancarias.
Es lógico que, en estos tiempos de crisis, se ajusten los costes al máximo, sobre todo los laborales. Y puede que sea eso lo que tanto interés tiene en explicarme personalmente el nuevo director de la sucursal, que ya me ha enviado cinco veces (y otras tantas a mi mujer, con la que comparto cuenta) la misma carta de presentación invitándome a acudir a su despacho. Habrá quien vea en esto un derroche de papel (sobre todo si lo hace con todos los clientes de la sucursal), pero todo sea por mantener unas últimas relaciones personales antes de que todos los cajeros sean automáticos.